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El alcalde del Municipio Vargas, Alexis Toledo, en reunión, este viernes con los alcaldes bolivarianos y alcaldesas bolivarianas del país firmó un mensaje dirigido a la opinión pública nacional que repudia las declaraciones de los representantes de la Conferencia Episcopal Venezolana.
El encuentro de las máximas autoridades municipales de la revolución bolivariana, se llevo a cabo en el despacho del alcalde, Jorge Rodríguez en el Municipio Libertador, desde las 10 de la mañana los ediles discutieron y definieron su posición por los atropellos que la iglesia católica ha suscitado en los últimos días contra el pueblo venezolano y el gobierno bolivariano.
Cumpliendo con los principios revolucionarios, Toledo indicó que es necesario, este tipo de pronunciamientos ante el país porque al pueblo debe hablársele claro sobre la desestabilización hacia el Estado que incitan estos curas de la cúpula de la Conferencia Episcopal en nombre de la religión católica.
El comunicado, leído por Rodríguez y firmado por 265 alcaldes y alcaldesas denuncia la campaña de descrédito “orquestada desde la alta jerarquía eclesiástica”, donde a juicio de los alcaldes, constituye un plan para desconocer la voluntad democrática del pueblo venezolano y a sus instituciones.
“La histórica adhesión a los sectores más poderosos del planeta compromete a la cúpula de la Iglesia de cara a las próximas elecciones parlamentarias (…) Sin asombro pero sí con mucha indignación los Alcaldes Bolivarianos denunciamos públicamente la campaña de descrédito orquestada desde la alta jerarquía eclesiástica, pues ésta constituye un plan para desconocer nuevamente la voluntad democrática del pueblo venezolano y a sus instituciones”, señala parte del comunicado.
“Nuestro rechazo es también un llamado de alerta al país, pues sabemos que las declaraciones de Urosa Sabino y de la cúpula Episcopal no son sino la punta del Iceberg de la conspiración. La desesperación frente a la derrota que recibirán en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre los obliga a desempolvar el guión desestabilizador, un guión que nos hace mirar necesariamente a los lamentables sucesos del golpe de Estado de abril de 2002”.